informaciones pesqueras

La pandemia impulsa nuevas formas de comercialización de los productos pesqueros

El consumo que se realizaba en bares y restaurantes se traslada a nuestras casas

El año 2020 ha estado marcado por la crisis provocada por la Covid-19 que todavía hoy continúa afectando directamente al consumo. La crisis sanitaria nos ha dejado diversas restricciones y medidas de seguridad, que nos han llevado a su vez a un cambio de nuestras rutinas personales y sociales, y todo esto acompañado de una crisis económica.

Durante el año 2020 el precio medio al consumo de los productos pesqueros registró un incremento del 2,3% respecto al año 2019, cifra que está por encima del Índice de Precios de Consumo general de Andalucía que registra en diciembre una tasa interanual negativa del -0,3%, o del alcanzado por el grupo de Alimentos y Bebidas no alcohólicas (+0,7%), según datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía.

Gráfico 1. Evolución de la tasa de variación del Índice de Precios de Consumo de los productos pesqueros. 2019-2020

Fuente: Pescaprecios. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible

En el año 2020 los precios mensuales registraron un comportamiento muy diferente al de un año considerado como normal. En general, los precios de los productos pesqueros se han visto afectados por los periodos de confinamiento de la población, las limitaciones a la actividad de restauración (cierre y limitaciones horarias) y las restricciones de las actividades fuera del hogar que han generado un aumento de la demanda de productos pesqueros en el hogar por el trasvase del consumo que se realizaba fuera de nuestras casas.

Gráfico 2. Evolución del Índice de Precios de Consumo de los productos pesqueros. Años 2019-2020

Fuente: Pescaprecios. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible

Como se observa en la gráfica 2, el año 2020 comienza con unos índices de precios para los meses de enero y febrero que se sitúan por encima de los registrados en 2019 y que se prolonga durante la primera quincena de marzo. A partir del establecimiento del confinamiento en aquella segunda quincena se produce una caída del precio de los productos pesqueros frescos, colocándose el índice de precios de marzo en el mínimo anual. Esta situación se produce principalmente por la escasa afluencia de clientes a los establecimientos minoristas. Asimismo, la bajada de precios estuvo acompañada de una reducción de la oferta causada por una menor variedad de especies disponibles en los mostradores detallistas debido a la dificultad de abastecimiento y al cierre de algunos establecimientos, principalmente pescaderías tradicionales.

En abril, se produce una reactivación del consumo de pescado fresco en los hogares y un encarecimiento del precio medio, motivado por una parte, por una menor oferta de especies habituales para el consumo de hogares, y por otra, por la mayor presencia de especies de mayor valor comercial que habitualmente hubieran ido directamente a la hostelería, pero al encontrarse esta actividad paralizada desde el inicio del estado de alarma terminan en los mostradores detallistas.

Durante los meses de mayo y junio, según se ha ido prorrogando el estado de alarma, los mercados se han ido abasteciendo paulatinamente con normalidad, y los minoristas se han adaptado a la nueva situación, encontrando nuevas fórmulas de comercialización para cubrir la demanda de los consumidores. Estos ajustes del sector al escenario COVID-19, ha generado una regularización de los precios, situándolos en valores similares a los de 2019.

Ante la prolongación de la situación de confinamiento en el tiempo, los minoristas han adaptado sus sistemas de venta, generalizándose la venta a domicilio, realizando el consumidor el pedido vía telefónica o a través de grupos de WhatsApp gestionados por varias pescaderías, sin intermediarios, sin gastos de envío, y desde su domicilio. A la venta a domicilio se suma, el auge del aprovisionamiento on-line desde casa de productos de alimentación. Según la consultora NielsenIQ el canal online ha crecido un 115% en el periodo enero 2021 versus enero 2020.

A partir del fin del estado de alarma, a finales de junio y principalmente en los meses de agosto y septiembre se produce un encarecimiento de los precios medios de los productos pesqueros con relación a los valores de 2019. Esta situación continúa en el último trimestre del año registrando unos valores muy por encima de los obtenidos en 2019, destacando el IPC de diciembre que presenta una subida del 5,6% de la tasa de variación interanual de los precios al consumo de los productos pesqueros y alcanzando el precio medio mensual más alto de la serie histórica 2011-2020. La incertidumbre generada por la pandemia ha provocado que las compras navideñas en productos pesqueros se realicen a última hora, con el consiguiente encarecimiento de la cesta de la compra.

Otros de los cambios en el comportamiento del consumidor generado por las limitaciones de movilidad geográfica y las restricciones de afluencia establecidas en grandes superficies comerciales ha sido el aumento de las compras de productos frescos en pequeños establecimientos y en medianas superficies de proximidad.

El año 2021 ha empezado con una situación similar a la de los últimos meses de 2020. Los precios al consumo de los productos pesqueros en enero cambian la tendencia alcista mostrada en los dos últimos meses y se devalúa un 13,7% con respecto a diciembre. Sin embargo, la tasa interanual que compara los precios de enero de 2020 con los de enero de 2021 registra una subida del 9,7%.